Kubernetes es un sistema de código abierto que automatiza la implementación, el escalado y la gestión de aplicaciones mediante contenedores. Orquesta clústeres de máquinas virtuales, garantizando una utilización eficiente de los recursos.
En esencia, Kubernetes utiliza una arquitectura maestro-trabajador. El nodo maestro controla y programa las cargas de trabajo, mientras que los nodos trabajadores ejecutan las aplicaciones en contenedores. La comunicación se realiza a través de un servidor API.
Un clúster de Kubernetes se compone del nodo maestro, que incluye el servidor API, el programador y el administrador de controladores, y de los nodos trabajadores que alojan el kubelet y el runtime de contenedores. Juntos coordinan la orquestación de los contenedores.
Kubernetes programa y orquesta los contenedores definiendo estados deseados en configuraciones. Monitorea continuamente estos estados y realiza ajustes para mantenerlos.
Kubernetes mejora la velocidad de implementación, garantiza la escalabilidad y proporciona tolerancia a fallos. Además, reduce la complejidad de gestionar entornos con contenedores.
El escalado en Kubernetes es automático, utilizando Horizontal Pod Autoscalers para agregar o eliminar pods según métricas de uso de recursos como CPU y memoria.
Docker es una plataforma de contenedorización, mientras que Kubernetes es un sistema para orquestar múltiples contenedores. A menudo trabajan juntos, pero tienen propósitos diferentes.
Kubernetes replica aplicaciones en varios nodos y utiliza controladores para reiniciar pods fallidos, asegurando que las cargas de trabajo se mantengan operativas.
Los pods son las unidades desplegables más pequeñas en Kubernetes. Encapsulan uno o más contenedores que comparten recursos como redes y almacenamiento.
Configurar un clúster de Kubernetes implica instalar una distribución como Minikube, desplegar un nodo maestro y agregar nodos trabajadores. Herramientas como kubeadm simplifican este proceso.
Los servicios de Kubernetes proporcionan una IP estable y un nombre DNS para acceder a un grupo de pods. Permiten una comunicación fluida entre los componentes del clúster.
Kubernetes utiliza volúmenes persistentes (PVs) para abstraer los recursos de almacenamiento. Las reclamaciones de volúmenes persistentes (PVCs) permiten a los pods solicitar almacenamiento específico.
Los despliegues definen el estado deseado de los pods y aseguran que se repliquen o actualicen según sea necesario. Son esenciales para actualizaciones continuas y escalado.
Kubernetes admite actualizaciones continuas, permitiendo actualizaciones graduales sin tiempo de inactividad. Los retrocesos son automáticos si surgen problemas.
Los namespaces segmentan los recursos del clúster, permitiendo una mejor organización y aislamiento de las cargas de trabajo. Son particularmente útiles en entornos de múltiples equipos.
Las pipelines de CI/CD utilizan Kubernetes para la implementación continua, automatizando tareas como pruebas y despliegue de cambios de código en entornos en vivo.
Nuestro hosting de Kubernetes emplea funciones como control de acceso basado en roles (RBAC), políticas de red y comunicaciones encriptadas para asegurar el clúster.
Kubernetes como servicio establece solicitudes y límites de recursos a nivel de pod, asegurando una distribución justa de recursos y previniendo el consumo excesivo.
ConfigMaps gestionan datos de configuración, mientras que los Secrets almacenan información sensible como contraseñas. Ambos son esenciales para la gestión dinámica de aplicaciones.
Kubernetes abstrae la infraestructura subyacente, permitiendo que las cargas de trabajo se ejecuten sin problemas en múltiples entornos de nube o en instalaciones locales.